Hace mucho tiempo que tenía ganas de probar un bizcocho de calabaza. Era una de esas cosas que siempre ves por los blogs americanos y en las películas, pero que en España no hay por ninguna parte y a mi me llamaba mucho la atención. Una vez, de hecho, intenté hacerlo, pero como no sabía dónde encontrar un bote de puré de calabaza, pensé que serviría si la rallaba cruda, como la zanahoria, y lo hice así. El resultado fue directamente a la basura, así que desde entonces, silabee, tenía aún más ganas de preparar y probar este bizcocho. Así, encontré finalmente dónde vendían esas famosas latas americanas de puré de calabaza, pero ya no me valía y tenía que ir un poco más allá todavía, preparando yo sola mi propio puré...
En fin, como veis, me gusta experimentar y arriesgar con los postres (ya os he contado en alguna ocasión mi afición a preparar un postre nuevo justo el día que tengo invitados, en vez de asegurar con una receta probada). Y, como no podía ser de otra manera dado todo el tiempo que llevaba sin cocinar, pues me fui a mi "Biblia" de las recetas americanas, que es Smitten Kitchen, a buscar un genuino bizcocho de calabaza!
Además, tenía la motivación de participar en el reto #amimanera de Madresfera y poder ganar un magnífico molde Nordic Ware de Lecuine, con la de años que llevo soñando con hacerme con uno!! Es uno de esos regalos que siempre están "en mi lista" y en mi carta a los Reyes Magos, que no sé por qué pero siempre se despistan...
Por si fuera poco, ver todas las calabazas de Halloween, que nunca he festejado, y cómo le gustaban a Martina, me animó a hacerme con una de ellas y prepararlo más tradicional todavía si cabe, vaciando mi propia calabaza y recortando una carita de miedo para usarla como linterna, aunque me tendréis que perdonar que me he olvidado de hacerle la foto con la vela!
Como estos días tan próximos ya a la mudanza están siendo una locura, casi casi se me había pasado el plazo para participar en el concurso, que acaba mañana, así que el bizcocho lo he preparado esta misma mañana. Y como no podía publicar esta entrada sin comprobar el resultado, lo estoy probando ahora mismo y no os podéis hacer una idea de lo bueno que está... Qué pena no poder enviar olores y sabores por internet! Por explicároslo un poco: el resultado es un bizcocho jugosito jugosito, dulce pero no empalagoso, con tropezones tiernecitos de calabaza y una parte superior crujientita con un intenso sabor a canela... Uuuummmmm...
Ya no os doy más envidia, vamos con la receta!!
Bizcocho de calabaza estilo Nohemí
Ingredientes:
- 1 y 3/4 tazas de puré de calabaza
- 1/2 taza de aceite de oliva
- 3 huevos grandes
- 1 y 2/3 tazas de azúcar
- 2 cucharaditas de levadura
- Una pizca de sal
- Una pizca de nuez moscada
- Media cucharadita de canela
- 2 y 1/4 tazas de harina
Para el crujiente:
- Una cucharadita (de café) de azúcar
- Una cucharadita (de té) de canela
Preparación:
Antes de nada, comentaros que, personalmente, me gusta más hablar de las medidas en tazas que en gramos, ya que así, además de ahorrarme el estar pesando todos los ingredientes (y buscar y poner pilas a la báscula para ello), me parece que las cantidades están más proporcionadas, ya que se ha utilizado para todas el mismo medidor (solo manchamos una taza para ir midiendo todos los ingredientes según los incorporamos). Ya también tiene el "toque Personal", que hace que nunca dos recetas salgan exactamente igual ;)
Para empezar con nuestra receta, debemos tener ya preparado el ingrediente principal de la misma, el puré de calabaza. Si no queréis comprar una lata del que viene ya preparado o no sabéis donde hacerlo, podéis prepararlo vosotras mismas como lo he hecho yo: asando la carne de una calabaza en el horno. El tiempo: a ojo, no pongáis el horno muy fuerte para que no se queme y aprovechad que hace frío para usarlo como calefacción! Solo tenéis que comprobar que la carne está tiernecita y ya estará listo. Después, podéis pasarlo por la batidora, o dejarlo tal cual está, apretando un poco con un tenedor, para que luego aparezcan tropezones en el bizcocho. El sobrante puede servir de acompañamiento para cualquier receta de arroz, carne... Y si no queréis perder el tiempo vaciando la calabaza, comprad de la que ya viene cortada, aunque entonces sí que tendréis que espachurrar más los trozos.
Una vez que tenemos el puré, comenzamos batiendo los tres huevos ligeramente, para incorporarles el puré, aceite, azúcar, levadura y especias. Después, incorporamos la harina y mezclamos hasta que no haya grumos. Listo! A que es una de las recetas más fáciles que os he traído?
Volcamos la masa en un molde engrasado que sea grandecito, o en dos, o, como he hecho yo, reservamos un poco de masa para unas magdalenas, ya que las proporciones son para un bizcocho de gran tamaño. Mezclamos en un vasito el azúcar y la canela para el crujiente, lo espolvoreamos por encima y al horno! Los tiempos dependerán de vuestro horno, yo, como no me fió, para que no se queme lo suelo poner bajito, entre 150 y 180º, y ha tardado aproximadamente una hora. Como se me había acabado el azúcar blanco, el crujiente lo preparé con azúcar moreno y da muy buen resultado, seguro que queda muy bien también si lo utilizásemos para el bizcocho.
Una vez listo, lo sacamos del horno, esperamos que se enfríe un poco y a disfrutar!! Calentito y recientito está riquísimo, ya os lo digo yo!
La verdad es que con unas pepitas de chocolate hubiera quedado muy bien también, me parece una buena combinación, pero me apetecía probar primero el sabor de la calabaza y el crujiente de azúcar y canela. Para la próxima!
PS. Algún día tengo que probar y enseñaros la receta por la que conocí Smitten Kitchen y que me enamoró...
3 comentarios:
Me encanta!! Habrá que probar :)
Un abrazo
Tiene muy buena pinta
Gracias, chicas! Espero que lo probéis y os guste tanto como a mi ;)
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